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Estudio señala que obesidad mata más gente que el hambre

Uno de los mayores estudios en salud llevados a cabo hasta la fecha en todo el mundo señala que muere más gente por las consecuencias de la obesidad que de no tener suficiente para comer.

El reporte "La carga global de las enfermedades", publicado en la revista especializada TheLancet, estudia las principales causas de muerte en 2010 y las compara con los datos recogidos hace 20 años, cuando la desnutrición era la principal causa de enfermedad.

El informe refleja que más de tres millones de personas en todo el mundo murieron por causas relacionadas con la obesidad, tres veces más que aquellos que murieron debido a la desnutrición. Aun así el reporte afirma que los problemas de malnutrición en África siguen causando numerosas muertes prematuras.

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Romper el Paradigma

En julio del 2009, fue cuando por primera vez visite la clínica de la Licda. Ana Cecilia Paiz, a raíz de un dolor de espalda y taquicardia, provocada por el sobrepeso que había acumulado a causa de una rutina sedentaria de oficina, nada de ejercicio y mala alimentación.  En las primeras citas, nos concentramos en analizar los patrones de alimentación, en la importancia de contar con una dieta balanceada y en fijar las metas a las que queríamos lograr.  Hasta ese entonces mi concepto de “buena alimentación” se limitaba a eliminar la comida chatarra, comer más ensaladas y pasar hambre.

Durante las primeras citas comencé a ver los resultados, en cuanto a la reducción de medidas que se veían reflejados en la ropa y en la transformación de mis hábitos alimenticios, no solo aprendí a comer sano sino que lo más importante es que aprendí a mantenerme sano. Mis actividades físicas se limitaban a subirme al carro, llegar a la oficina, caminar en el pasillo y esquivar todo ejercicio al que pudiera tener acceso, argumentando que “yo era malo para ese deporte”, “nunca lo he practicado”, “tengo gripe”, “hago 10 minutos eso y me muero”, entre otras negaciones que existían en mi mente y que hasta ese entonces formaban parte integral y real de mi paradigma.

Llego el punto durante el tratamiento, que había llegado muy cerca de mi meta de peso pero con un porcentaje de grasa todavía un poco alto y la única solución era incluir actividades físicas que animaran el metabolismo y produjeran un cambio real en mí mismo. Sobre este tema conversamos en varias citas y siempre inventaba más negaciones tales como: “correr por mi casa es muy peligroso”, “la delincuencia esta prendida”, “de paso por salir a correr me asaltan”, entre otras.
Un día decidí romper el paradigma y transformar toda la energía que invertía en negaciones y hacer el esfuerzo de hacer un poco de actividad física.  Para ese entonces había tenido ya algunos intentos de actividad pero nada constante.  Un día salimos a caminar a pasos y pedales y caminamos desde el obelisco hasta el monumento a Juan Pablo II, ida y vuelta, fue un logro memorable.  Seguido me entere de una carrera de 5k que había el fin de semana siguiente y me inscribí, nunca en mi vida había corrido 5k pero me propuse terminarla, lo logre y  no morí en el intento. Decidí entrenar un poco más, para ese entonces había comenzado a nadar y combinaba ejercicios de natación con entrenamientos de carrera.

Poco a poco fui encontrándole el gusto al deporte, me inscribí en una competencia natación de aguas abiertas (3 kilometro) y termine, para mi sorpresa no fui el último, me venían cuidando los kayaks de seguridad de la competencia. Gracias a las recomendaciones de unos amigos, a principios del año pasado adquirí una bicicleta y he estado entrenando ciclismo, con rutas de entre 70 y 110 km los domingos. Con la práctica de los tres deportes he logrado hacer 5 triatlones sprint en el año 2012 y motivado para que en 2013 inscribirme a un medio ironman.

En febrero de 2012, me inscribí para correr la maratón de Chicago (42 km) es una distancia difícil, que exige una alta preparación física y mental donde debe estar comprometido tanto el cuerpo, mente y corazón para terminar esta prueba. Hice aproximadamente 6 meses de entreno, de velocidad, resistencia, cambio de ritmos, fondos en banda y en pista y dieta.  Durante el entrenamiento tuve la oportunidad de correr la Max Tott (1:55), Ultra Maratón 25k (2:13);  Cobán  21k (1:54); Las Rosas (1:42); 21k de la ciudad (1:40); Monterrico Beach Maratón (4:03) para finalmente enfrentarme a mi reto principal conquistar la ciudad de los vientos en 42k (3:44).

Poco a poco con esfuerzo, mucha dedicación y el apoyo de mi familia y con la asesoría de Ceci, he logrado encontrarle el gusto al deporte, roto los paradigmas que regían mi vida hasta hace poco, me he demostrado los potenciales que hay en mí y sobre todo he transformado mi vida.